La CAME asegura que durante el mes de mayo el precio de los agroalimentos incrementaron sus precios 3,5 veces sus valores desde el origen hasta llegar a las góndolas.
Un reciente informe elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) revela que durante el mes de mayo los precios de los agroalimentos experimentaron un aumento significativo, multiplicándose por 3,5 veces desde su origen en el campo hasta llegar a las góndolas de los comercios. Esto significa que el consumidor final pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.
El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) refleja las diferencias en los precios entre el productor y el consumidor en diversos alimentos. En este sentido, se destacan aquellos productos que presentaron mayores brechas en mayo. Entre ellos, se encuentran el limón, la naranja, la zanahoria, la cebolla y el zapallito, cuyos precios mostraron una marcada disparidad entre su origen y destino.
El limón se posiciona como el alimento con la mayor brecha, alcanzando las 14,8 veces. Aunque se registró una disminución en comparación al mes anterior, sigue siendo significativa. Los precios del limón aumentaron un 6,1% en su origen, pero experimentaron una disminución del 10% en destino.
En el caso de la naranja, los precios también presentaron una baja tanto en origen como en destino. El descenso en el origen se explica por el exceso de oferta durante el comienzo de la temporada en la Mesopotamia, mientras que en las góndolas se observó una reducción del 29%.
La zanahoria, por su parte, experimentó un incremento del 5,8% en su precio de origen y del 8% en el destino. En cuanto a la cebolla, se registró un aumento del 125,8% en su origen, pero una disminución del 1% en el destino. Esto se debe a que gran parte de la producción se exporta a Brasil, donde los precios son más competitivos para los productores.
En el caso del zapallito, sus precios aumentaron tanto en origen (16,1%) como en destino (16%) debido a una mejora en la calidad de la producción.
Por otro lado, el informe destaca aquellos productos con menores brechas en sus precios. Entre ellos se encuentran los huevos y el pollo, que presentan sistemas de producción integrados, lo que implica que todos los actores de la cadena de valor asumen los riesgos del negocio. Los precios de los huevos aumentaron un 2,2% en origen y un 10% en destino, mientras que los precios del pollo subieron un 5,4% al productor pero disminuyeron un 4% al consumidor.
La frutilla registró un aumento del 21,1% en su origen, principalmente impulsado por los precios en la provincia de Buenos Aires, que se encuentra en temporada y presenta una calidad de fruta superior. En destino, se observó un aumento del 15%.
Finalmente, los precios de la papa experimentaron un incremento tanto en origen (43,2%) como en destino (4%), mientras que los precios de la calabaza aumentaron un 96,4% en origen debido a una baja oferta, pero disminuyeron un 4% en destino.
Estos datos reflejan la complejidad y las diferencias en los precios de los agroalimentos a lo largo de su cadena de producción y distribución. A medida que estos productos atraviesan diferentes etapas hasta llegar al consumidor, su valor se incrementa significativamente, generando un impacto en el bolsillo de los consumidores y planteando desafíos para el sector agroalimentario y las políticas de precios y abastecimiento.
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