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Vie, Mar

Nacional
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El diputado nacional y precandidato a presidente Javier Milei rindió examen finalmente ante el Círculo Rojo, es decir los empresarios y hombres de negocios más poderosos del país, en el marco del Foro de Llao Llao.

En la ocasión, dijo cómo haría para dolarizar la economía, decisión que genera muchas dudas ante dicho auditorio, y además prometió un fuerte hachazo al Estado que cuenta entre sus puntos a eliminar la obra pública, las trasferencias a provincias, los subsidios y las empresas públicas.

El economista liberal prometió que si resulta electo presidente eliminará rápidamente 13 puntos del gasto, sólo en el primer año de gestión. Para hacerlo, dijo que borrará la existencia de la obra pública, las transferencias a las provincias y los subsidios económicos, además de cerrar todas las empresas públicas.

“Voy a eliminar la obra pública y pasar al sistema de iniciativa privada a la chilena. Lo otro que proponemos es eliminar las transferencias discrecionales de la provincias con el robo que implica ese costo para la gente. Lo otro que estamos proponiendo es la eliminación de los subsidios económicos”, explicó ante periodistas presentes, y advirtió que entre esas tres iniciativas se recortaría un 13% del gasto.

En el salón principal del Llao Llao, donde se sirven los desayunos, el círculo rojo esperaba al precandidato liberal para almorzar. Entre los presentes estaban Eduardo Elsztain (Grupo IRSA), Marcos Galperin (Mercado Libre), Marcos Bulgheroni (Pan American Energy Group), Martín Migoya (Globant), Facundo Gómez Minujn (J.P. Morgan), Javier Goñi (Ledesma), Agustín Otero Monsegur (San Miguel), Carlos Miguens (Patagonia Gold) y Verónica Andreani.

Según advirtió, con las medidas mencionada ya metió "un lindo ajuste", pero "después tenés el tema de las empresas del Estado", a las que prometió cerrar porque "básicamente son un mecanismo por el cual la política se hace de caja destrozando empresas". Y cerró: "Después lo otro que te queda, que eso ya entra en una línea más complicada, es el tema de las jubilaciones de privilegio”.

DOLARIZACIÓN

Ante los empresarios, Milei dedicó bastante tiempo a explicar su plan para dolarizar la economía. “Voy a hacer mi mejor esfuerzo para explicarlo de manera simple”, avisó antes del encuentro, para cuyo discurso contó con un llamativo apunte de dos hojas, en el cual y ante preguntas no pudo especificar a qué valores se haría conversión llegado el momento de eliminar el peso.

“¿Debería seguir existiendo el peso como moneda?”, se preguntó en la intruducción. La fundamentación de su plan se basa en tres pilares: moral, técnico y político, de los cuales el tercer punto de su presentación puso el foco, de manera puntual, en el dinero, sus funciones, unidad de cuenta y la conformación de un único medio de pago generalizado.

Tras un tramo cargado de aparentes tecnicismos, Milei desarrolló aspectos sobre la hiperinflación y las dificultades que experimenta el país para revertirla y, en ese tren, defendió su plan dolarizador, para lo cual desmintió “los errores técnicos que cometen los analistas” que advierten sobre el riesgo de su implementación.

"Dicen burradas”, empezó. Y siguió: "Traerá más soluciones que problemas pero, principalmente, le pondrá fin a la inflación”.

Además, dijo que “no habrá costo social” porque la medida terminará con la inflación que pega entre “entre 25 y 30 veces más fuerte a los más vulnerables”. Y enfatizó: “Tengo un programa de ajuste lo suficientemente fuerte como para que el fisco, en lugar de ser un elemento que expande dinero, absorba dinero”.

“Los únicos que pierden con la dolarización, son los políticos que roban con el señoreaje, se acaba la estafa de la política y no creo que alguien esté a favor del robo, de la corrupción. Yo no estoy de acuerdo”, aseguró.

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