Según relevamientos privados, en la primera semana de septiembre se ha registrado una desaceleración en el aumento del precio de la carne en Argentina, en comparación con semanas anteriores. Se estima que esta tendencia de desaceleración se mantendrá hasta octubre.
Durante el mes de agosto, la inflación núcleo se aceleró, en parte debido a un aumento en el precio de la carne vacuna, que alcanzó un 23,5%. Este aumento se produjo después de marcadas subidas en el precio del ganado en pie en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (anteriormente Liniers), que aumentó aproximadamente un 50% en promedio con respecto a julio. Cabe destacar que la carne vacuna había experimentado una caída real del 20% interanual en julio, lo que había influido en la inflación general.
Sin embargo, en las últimas semanas, se ha observado una desaceleración en la subida de los precios de la carne. En la primera semana de septiembre, el rubro de carnes aumentó un 0,6%, la cifra más baja en comparación con las semanas anteriores. En las cuatro semanas anteriores, el aumento acumulado fue del 11,9%.
Esta menor variación en el precio de la carne se atribuye en parte a una contracción en el consumo, causada por el aumento previo en los precios. A pesar de la disminución de los precios después de las elecciones primarias (PASO), el consumo no ha repuntado significativamente.
Se espera que esta tendencia de desaceleración continúe en septiembre, y la situación podría cambiar en octubre si las condiciones climáticas permiten un mejor suministro de pasto, lo que podría llevar a un aumento en los precios de la carne.
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