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Mié, May

Ciencia y Tecnología

Los bostezos, esos actos involuntarios de abrir la boca y respirar profundamente, son un comportamiento común tanto en humanos como en diversas especies animales. Pero lo que hace que este acto sea aún más intrigante es su naturaleza contagiosa. ¿Por qué es tan difícil resistirse a bostezar cuando vemos a alguien más hacerlo, incluso si ese alguien es de otra especie?

¿Qué son los bostezos contagiosos?

Los bostezos contagiosos se refieren al fenómeno en el cual la observación o incluso la mera idea de alguien bostezando desencadena un bostezo en el observador. Este fenómeno trasciende las barreras de la especie, afectando tanto a humanos como a ciertos animales.

Explicaciones científicas:

Los científicos han propuesto varias teorías para explicar por qué los bostezos son contagiosos, aunque ninguna de ellas ofrece una explicación definitiva. Algunas de las teorías más prominentes incluyen:

1. Empatía y vínculo social: Una teoría sugiere que los bostezos contagiosos están relacionados con la empatía y el vínculo social. Bostezar después de ver a alguien más hacerlo podría ser una forma de comunicación no verbal que fortalece los lazos sociales y la cohesión del grupo.

2. Reflejo inconsciente: Otra teoría propone que los bostezos contagiosos son el resultado de un reflejo inconsciente en el cerebro, donde la simple percepción visual o auditiva de un bostezo desencadena automáticamente una respuesta similar en el observador.

3. Regulación de la temperatura cerebral: Algunos investigadores sugieren que los bostezos podrían estar relacionados con la regulación de la temperatura cerebral. Bostezar podría ayudar a enfriar el cerebro, y el contagio podría ser una forma de sincronización del comportamiento en grupos para regular la temperatura colectivamente.

¿Qué dice la investigación sobre los bostezos contagiosos en otras especies?

Si bien los bostezos contagiosos son más prominentes en humanos, estudios han demostrado que también ocurren en otras especies, como primates, perros, gatos e incluso pájaros. Por ejemplo, investigaciones realizadas en primates no humanos, como los chimpancés, sugieren que los bostezos contagiosos podrían estar relacionados con la empatía y la cohesión social dentro de los grupos.

En el caso de los perros, un estudio publicado en la revista Biology Letters encontró evidencia de bostezos contagiosos entre perros y humanos, lo que sugiere que este comportamiento puede estar relacionado con la empatía entre especies.

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