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Sáb, May

Interés General

Una delegación argentina partió rumbo a China con el objetivo de reactivar las obras de las represas de Santa Cruz, específicamente los proyectos Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. El propósito principal es asegurar una nueva línea de créditos que permita impulsar la obra pública, que se encuentra paralizada en el país.

Las represas patagónicas han sido un proyecto de envergadura, con una inversión que supera los u$s1.850 millones desde 2015, de los u$s4.714 millones presupuestados para su finalización. Sin embargo, los últimos desembolsos datan de noviembre de 2022, lo que ha llevado a un estancamiento en la construcción, a pesar de la expectativa de fondos adicionales desde China que nunca se materializaron.

La reactivación de estas obras no solo implicará la continuación de la construcción, sino también la recuperación de 2.500 puestos de trabajo que se perdieron debido a los retrasos gubernamentales. Se proyecta que, con la continuidad de las labores, la dotación de empleados pueda aumentar hasta los 5.000 trabajadores. Actualmente, la central hidroeléctrica Jorge Cepernic tiene un avance del 42%, mientras que la represa Néstor Kirchner alcanza el 20%.

La construcción de estas represas está a cargo de una unión transitoria de empresas (UTE), con participación mayoritaria de la empresa china Gezhouba. Una vez operativas, se espera que estas centrales contribuyan con un aumento del 4,5% en la oferta de energía eléctrica nacional, generando aproximadamente 1.780 GWh por año la represa Jorge Cepernic y unos 3.167 GWh por año la Néstor Kirchner.

Este proyecto, considerado el contrato de financiación de infraestructura más significativo de China fuera de su territorio, ha enfrentado varios obstáculos desde su inicio. Sin embargo, la comitiva argentina espera lograr un acuerdo que permita reanudar las obras, potencialmente para julio o agosto del presente año, si las condiciones climáticas lo permiten.

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