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Jue, Oct

Ciencia y Tecnología

El 45 % de los argentinos y el 48 % de los uruguayos utilizan herramientas de IA, aunque el uso sigue siendo desigual. Brechas por educación e ingresos.

Un nuevo estudio regional impulsado por la Universidad Torcuato Di Tella, en conjunto con Fundar y el Observatorio PyME, reveló que el 45 % de los adultos en Argentina y el 48 % en Uruguay ya utilizan herramientas de inteligencia artificial (IA), aunque en formas todavía exploratorias y desiguales. Se trata de la Primera Encuesta Nacional sobre Adopción y Usos de la IA, presentada con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los resultados fueron presentados en un evento conducido por la periodista Irina Sternik y ofrecen una radiografía inédita sobre cómo las personas y empresas están incorporando esta tecnología en la vida cotidiana y laboral.

La IA en el trabajo: uso individual sin estrategia empresarial

En el plano laboral, uno de cada cuatro trabajadores argentinos ya utiliza IA para tareas como la búsqueda de información, generación de contenidos o análisis de datos. Sin embargo, apenas el 16 % de las empresas tiene una estrategia formal de adopción y menos del 15 % ofrece capacitación interna.

“Se trata de un fenómeno bottom-up, donde la iniciativa parte de los trabajadores, no de las estructuras empresariales”, explicó Daniel Yankelevich, director de Tecnología y Datos de Fundar. La expansión responde más a la curiosidad tecnológica que a una planificación organizacional.

Aun así, el impacto es ampliamente valorado: el 89 % de quienes usan IA afirman que mejora su desempeño, al reducir tareas repetitivas y mejorar la calidad del trabajo.

Brechas digitales y desafíos para el futuro

El informe identifica una brecha digital clara: la adopción crece con la edad, el nivel educativo y los ingresos. No se observaron diferencias significativas por género, lo que marca una oportunidad para políticas de inclusión más amplias.

El 49 % de los encuestados señaló la falta de conocimiento como principal barrera para expandir el uso de IA, por encima del acceso o los costos. Además, seis de cada diez personas piden regulación específica, mostrando una percepción de riesgo creciente en torno a la IA.

“El uso casual de IA no implica una transformación estructural todavía. Estamos en una etapa inicial. Lo importante es promover una adopción inteligente, que complemente el trabajo humano y prepare el terreno para un cambio real”, reflexionó Eduardo Levy Yeyati, fundador y director académico del CEPE.

Un sistema de indicadores para medir el avance regional

El estudio, que relevó a más de 2.000 personas en ambos países, también incluye un piloto de encuestas a empresas y sienta las bases de un nuevo sistema de indicadores latinoamericanos sobre IA. El objetivo es comparar avances, monitorear brechas y orientar políticas públicas en toda la región.

“La expectativa debe traducirse en productividad. Las PyME están empezando, pero necesitan acompañamiento. Lo que hagamos hoy define si la IA amplía oportunidades o desigualdades mañana”, concluyó Daniela Rozenbaum, economista del Observatorio PyME.

La continuidad del estudio está prevista para 2026, con extensión a nuevos países latinoamericanos.

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