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Jue, Mar

Nacional
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La declaración de Argentina como “país emergente” ha sido recibida con euforia por el gobierno y sus aliados. No era para menos: el episodio de renovación de las Lebacs del pasado martes había concluido con un 40% de esas letras sin suscribir, a pesar de que el gobierno ofreció una tasa del 47% anual.

Aun considerando que una parte de esos fondos serían absorbidos por un nuevo título de deuda del Tesoro –también con rendimientos leoninos–, los fondos sobrantes en pesos por la no renovación de títulos ascenderían a unos 5.000-5.500 millones de dólares, una cifra más que suficiente para que este jueves se desatara una nueva corrida cambiaria. Si lo de Morgan Stanley funciona como salvavidas, también demuestra la completa impostura de esta “mejora de calificación”: Argentina “emergente” ha concurrido al FMI para evitar la cesación de pagos, y está reciclando sus compromisos de deuda a tasas de defol.

¿Qué es lo que ha “calificado” entonces Morgan Stanley? El índice `emergente` valora principalmente las facilidades que otorga el país para la entrada y salida de capitales de corto plazo. Pero esta `valoración` se produce, precisamente, cuando la tendencia en curso es a la salida de capitales, como se demuestra en la venta de unos 12.000 millones de dólares de reservas en los últimos meses. La `calificación` pretende operar como garantía para los fondos especulativos que en estas horas financian a la Argentina –del mismo modo que lo hace el FMI. Pero al igual que éste último, la `calificación` no será gratuita.

Extorsión

En su mensaje, la agencia MSCI advierte que podría revisar esta `reclasificación` si el gobierno “introduce cualquier tipo de restricciones de acceso al mercado, tales como controles de capital o de divisas”. Para seguir siendo `emergente`, Argentina debería tolerar una fuga de capitales hasta sus últimas consecuencias –el `diploma` de MSCI, por lo tanto, convierte al régimen económico argentino en una agencia de los fondos especulativos. Pero a pesar de semejante chantaje, la zanahoria a favor del gobierno y la burguesía argentina es muy pequeña: la condición de `emergente` afecta sólo a las acciones de empresas argentinas en Wall Streett (ADRs). El panel de `beneficiarias` es un conjunto de 14 acciones de bancos locales y empresas de energía, entre ellas, distribuidoras de gas y de energía eléctrica. Para que este “panel” sostenga sus valores, es necesario, por ejemplo, que la política de tarifazos se mantenga tan “desregulada” como la del libre ingreso y salida de capitales. ¡Pero el régimen de tarifas desreguladas se ha derrumbado con la megadevaluación! Por ese motivo, las acciones de las privatizadas argentinas en el exterior venían cayendo. La varita de Morgan Stanley, también en este punto, es una exigencia al macrismo, para que el régimen de tarifazos se sostenga a rajatablas.

Se ha dicho con razón que el MSCI actuó en connivencia con el FMI y el Departamento de Estado, en una tentativa de rescate del gobierno macrista. Pero también hay que decir que su salvavidas llega cuando el propio acuerdo con el FMI se ha mostrado incapaz de frenar la corrida cambiaria y la salida de capitales. En estas condiciones, Morgan Stanley no sólo ha salido al rescate de Macri, sino también de los fondos especulativos `clavados` en el país, y que no quieren traba alguna para su rápida salida.

La Argentina “emergente” (del capital) implica una mayor expoliación de los trabajadores, desde la licuación de los salarios hasta los tarifazos. Hagamos `emerger` la respuesta de la clase obrera.