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Mié, Abr

Nacional

Ante las excusas de los ministros del máximo tribunal, cinco conjueces convalidaron los procesamientos de Arribas y Majdalani, los exjefes de la AFI, por la persecución a Cristina Kirchner. Sin embargo, en tándem con Macri, rechazaron un recurso de la Vice para que el megaespionaje a oficialistas y opositores vuelva a Lomas de Zamora.

Con el voto de cinco conjueces que reemplazaron a los ministros titulares que se excusaron, la Corte Suprema de Justicia convalidó los procesamientos de la cúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista acusada de haber ordenado espiar a Cristina Kirchner en el Instituto Patria, pero a su vez se alineó con las necesidades de Mauricio Macri y rechazó el pedido de la Vicepresidenta para que la megacausa del espionaje ilegal contra políticos oficialistas y opositores, jueces y periodistas salga de Comodoro Py y vuelva a Lomas de Zamora.

La decisión tuvo que ser tomada por camaristas federales que fueron sorteados, porque no quedó ni un solo miembro de la Corte que quisiera intervenir en esta causa. Es así que ambas determinaciones fueron realizadas por los conjueces Javier Leal de Ibarra (Cámara de Comodoro Rivadavia), Juan Carlos Bozón (Cámara Nacional en lo Penal Económico), Guillermo Antelo (Cámara Civil y Comercial), Ramón González (Cámara de Corrientes) y Mario Leal (Cámara Federal de Tucumán), todos presidentes de sus tribunales.

Horacio Rosatti - actual presidente de la Corte -, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti se excusaron por razones de delicadeza y decoro. Es decir: no se sabe en concreto por qué los tres ministros se corrieron del análisis de la causa. Carlos Rosenkrantz, entonces titular del máximo tribunal, es un caso distinto porque pese a su relación carnal con el macrismo en distintos expedientes surgió que podría haber sido víctima del accionar ilegal de los servicios de inteligencia PRO.

Así es que los jueces Bonzón, Leal, González, Antelo y Leal de Ibarra convalidaron la decisión de los casadores Mariano Borinsky y Javier Carbajo de sacar las causas de espionaje de Lomas de Zamora y mandarlas a Retiro. De paso ratificaron que Borinsky y Gustavo Hornos, todos con vínculos con el PRO, definidos en sus puestos a dedo por Macri o visitantes de Olivos y la Casa Rosada entre 2016 y 2019, podrán seguir entendiendo en esos expedientes pese a que los querellantes buscaron apartarlos, entre otras cosas, por esas reuniones con el ex presidente.

Los conjueces, en específico, confirmaron que el mega espionaje ilegal siga siendo investigado en Py al rechazar el recurso de Cristina para tratar de que la causa regrese a Lomas de Zamora, donde recibió potente impulso durante su paso por esos tribunales.

En total analizaron 12 recursos (uno de ellos contra los procesamientos de los ex jefes AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por el espionaje a CFK en el Patria), respecto de decisiones que habían sido confirmadas por la Cámara Federal de la Plata. Al entender que los recursos no estaban dirigidos contra una sentencia definitiva o equiparable, los rechazaron, con lo que quedaron firmes esos procesamientos.

El macrismo, a través de recursos del propio Macri, Arribas, Majdalani y el resto de los involucrados, siempre buscó llevar todas las investigaciones de espionaje a Comodoro Py. Allí, maneja la cancha. Tanto las causas que tramitaron en Dolores como las de Lomas de Zamora ya están allí, a excepción de la llamada “Gestapo” antisindical, que sigue en manos del juez Ernesto Kreplak en La Plata.

La primera causa en la que tuvieron éxito para llevarla a Retiro es la que trata sobre los espías conocidos como "Súper Mario Bros", que hicieron tareas de inteligencia ilegal sobre CFK, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Graciela Camaño y la hermana menor del entonces presidente, Florencia Macri, bajo las órdenes, según indagatorias y testimonios ante el Congreso, de Majdalani.

Con ese expediente también se llevaron el de la vigilancia a CFK en el Instituto Patria y en su departamento de Juncal y Uruguay, que estaba también a cargo del juez Juan Pablo Augé y de los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.

Lo que pasó luego es que la Cámara de Casación le quitó la investigación a Augé bajo el argumento de que la AFI tenía sede en Ciudad de Buenos Aires, por lo que el accionar de sus espías debía investigarse en esa jurisdicción aunque la persecución general hubiera sido realizada por fuera de la CABA.

Fue, aunque parezca insólito, ante un planteo de Darío Nieto, el secretario privado de Macri que estaba siendo investigado por haber recibido supuestamente los informes que producían los Súper Mario Bros, quien además se hiciera famoso por encerrarse en su auto a borrar mensajes de WhatsApp mientras lo allanaban.

Los camaristas que avalaron aquella decisión fueron Borinsky y Carbajo, de la Sala IV, mientras que la jueza Ángela Ledesma denunció que esa Sala no debía intervenir sino la I, que era la primera que había recibido recursos sobre ese expediente y que no se le había dado correcto tratamiento a las recusaciones que las partes habían presentado.

Ahora, gracias a los conjueces que jugaron como cortesanos, Borinsky, Carbajo y Hornos estarían en condiciones de revisar los recursos que presentaron las querellas contra el fallo de la Cámara Federal de diciembre pasado en el que convalidó la teoría de que los espías no respondían a órdenes de sus superiores sino que actuaban por su propia cuenta. La famosa tesis expresada por Macri de que su gestión no espió a nadie, sino que fueron "cuentapropistas".

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