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Jue, Abr

Nacional

Crece el escándalo en torno al jefe de la AFI: la agencia antilavado había recibido alertas, pero no investigó

La Unidad de Información Financiera tenía información desde abril de 2016 sobre las transferencias recibidas por Gustavo Arribas de parte de un operador de Odebrecht involucrado en la megacausa de corrupción en Brasil. Pero no lo informó a la Justicia. 

El escándalo por el vínculo entre el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, y el caso conocido como Lava Jato que destapó la corrupción en el sistema político y empresario de Brasil extiende sus ramificaciones en Argentina. La Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antilavado, fue alertado a mediados de 2016 sobre las cinco transferencias que uno de los operadores de coimas de la firma Odebrecht había enviado a una cuenta del actual jefe de los espías. Sin embargo, no investigó. 

La nueva revelación del periodista Hugo Alconada Mon en el diario La Nación indica que desde que las autoridades de la UIF recibieron la información proveniente del exterior –desde otra unidad antilavado de la región- sobre las sospechosas transferencias de 2013 no informaron a la Justicia sobre esos giros.

La información confidencial llegó a Buenos Aires en abril de 2016. Para entonces, Mauricio Macri llevaba cinco meses como presidente. Los datos provistos a la UIF apuntaban a las transferencias por casi US$ 600.000 ($ 9.630.000,00 pesos aprox.) que el "doleiro" Leonardo Meirelles, condenado por corrupción en su país, envió a una cuenta a nombre de Arribas en septiembre de 2013.

En la UIF, encabezada por Mariano Federici y María Eugenia Talerico, fueron consultados por el matutino que publicó la denuncia, pero se negaron a confirmar o desmentir la existencia de esa alerta previa sobre Arribas.

Mientras que Arribas, quien continúa de vacaciones en Brasil, negó a través de sus voceros todo vínculo con el Lava Jato, reconoció que recibió una transferencia por US$ 70.000, como parte de pago por la venta de un inmueble en San Pablo para esa misma fecha de septiembre de 2013, pero rechazó haber recibido las otras cuatro.

Desde Casa Rosada, en tanto, relativizaron la gravedad del hecho. Resaltaron que al momento de las transferencias denunciadas Arribas no era funcionario y consideraron una “coincidencia” que los cinco pagos se hayan realizado en la misma fecha en la que se reactivaba el contrato para el soterramiento del tren Sarmiento en favor de Odebrecht, obra en la que está involucrado el empresario Ángelo Calcaterra, primo del Presidente.

Si bien no era funcionario en 2013, Arribas ya tenía un vínculo de extrema confianza con Macri. Su relación se mantiene desde su época al frente de Boca Juniors, por el rol de Arribas como escribano dedicado a la compraventa de jugadores. La cercanía entre Macri y el jefe de los espías es tal, que Arribas vive en un departamento propiedad del Presidente, sobre avenida Libertador.

Aunque en el Gobierno minimizaron la denuncia y la UIF no respondió sobre su silencio durante meses, el hecho causó un nuevo sacudón al interior de la alianza Cambiemos: Elisa Carrió presentó ayer una denuncia penal contra Arribas para que se investigue el pago de más de medio millón de dólares de parte de Meirelles.