Durante la noche del sábado, alrededor de las 23:00 horas, el personal policial recibió un llamado de emergencia desde el Barrio Ayres Argentinos, específicamente en un minimercado ubicado entre las manzanas 51 y 52. El motivo del requerimiento era la sospecha de un hurto de mercadería sin abonar por parte de un individuo.
En respuesta al llamado, el Comando de Patrullas se dirigió al lugar y encontró que el personal de la Unidad de Policía de Prevención Local ya tenía detenido a un hombre a pocos metros del establecimiento, portando varias bebidas alcohólicas que presuntamente había intentado sustraer.
Tras recabar información de los acontecimientos a través del encargado del minimercado, se determinó que el individuo en cuestión había intentado llevarse bebidas alcohólicas sin realizar el correspondiente pago. La persona, de 32 años de edad, fue identificada por el personal policial y se procedió a su detención, quedando a disposición del magistrado de turno.
Durante el incidente, el causante comenzó a autolesionarse y evitó ser examinado por el personal médico presente. Su reacción violenta provocó que fuera trasladado al hospital local para una evaluación más detallada, manteniendo su conducta agresiva tanto hacia los agentes de policía como hacia terceros. Siguiendo las directivas del Juzgado Penal Uno, se llevó a cabo una extracción sanguínea como parte del proceso legal.
Una vez cumplidos los plazos de aprehensión establecidos, el hombre recuperó su libertad, aunque con la obligación de establecer domicilio a disposición de las autoridades. Este incidente pone de relieve la complejidad y los desafíos a los que se enfrentan los cuerpos de seguridad en situaciones que involucran actos delictivos y conductas violentas en lugares públicos.
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