El Rojo empató 1-1 con Banfield de Puerto Deseado y se convirtió en el primer equipo de Puerto San Julián en pasar la primera fase de un Torneo Federal C. La institución rojinegra perdía por un golazo de Leandro Ojeda y consiguió igualar mediante un cabezazo de Cristian Corrales.
La historia se escribe con hechos concretos y ser el pionero de ese hecho le inyecta un plus de grandeza inmejorable. Eso, exactamente eso, volvió a hacer la Asociación Club Independiente de Puerto San Julián. Su empate 1-1 ante Banfield de Puerto Deseado lo dejará rubricado en los libros como el primer equipo de su localidad en pasar la primera fase de un Torneo Federal C.
La lluvia que cayó sobre el estadio de Racing Club añadió ese efecto de película épica a una tarde que comenzó con un tropiezo terminó siendo heroica. Tras un primer tiempo parejo, el inicio del segundo se encargó de ponerle un nuevo palo en la rueda a este plantel: un golazo de Leandro Ojeda desde afuera del área se coló en el ángulo de Jonathan Medina y causó un efecto noqueador en el ánimo del Rojo.
Sin embargo, con más corazón que fútbol, Independiente volvió a darle una enorme alegría a toda su gente. Faltando 15 minutos para que caiga el telón, Rubén Videla desbordó por la izquierda y sacó un centro perfecto a la cabeza de Cristian Corrales, a esta altura apodado como el hombre de los goles importantes, quien no dudó y la colocó contra un palo para darle paso al grito de sus hinchas.
De esta manera, la institución rojinegra alcanzó las 5 unidades en la Zona 3 (la lideró Mar del Plata con 9 puntos) y dejó sin chances a Banfield. Ahora, Independiente se cruzará con Estrella del Norte de Caleta Olivia, un rival muy experimentado en este tipo de certámenes. Pero quién le quita la ilusión a un plantel que cortó un maleficio de 39 años sin salir campeón y ahora no para de sonreír.