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Sáb, Dic

Interés General

La conducción de la CGT denunció un proyecto con “sesgo ideológico” y fuerte influencia de la UIA. No habrá paro, pero sí presión en el Congreso.

La Confederación General del Trabajo (CGT) resolvió este jueves movilizarse a la Plaza de Mayo el próximo 18 de diciembre en rechazo al proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Javier Milei. La decisión fue adoptada por el Consejo Directivo de la central obrera, que sesionó por primera vez desde su renovación el pasado 5 de noviembre.

Durante la reunión, que se extendió por casi dos horas y contó con la participación de medio centenar de dirigentes, se definió una estrategia de confrontación múltiple: rechazo total al contenido del proyecto, acción legislativa directa sobre diputados y senadores, cuestionamientos judiciales y un despliegue territorial en las 80 regionales de la CGT.

El secretario de Prensa y Comunicación, Jorge Sola, ofició de vocero tras el encuentro. En conferencia de prensa, señaló que “nos oponemos terminantemente a cada uno de los puntos que establece este proyecto de reforma laboral” y denunció una “coincidencia preocupante” entre el texto ingresado al Senado y propuestas históricas de la Unión Industrial Argentina (UIA).

“No se trata de un debate técnico ni de modernización laboral: este proyecto es ideológico y excluyente. No representa ni a los trabajadores ni a la inversión productiva. Lo hacen de espaldas al pueblo y a quienes van a sufrir sus consecuencias”, remarcó Sola.

La central sindical descartó, por el momento, un paro nacional. Sin embargo, anticipó que el conflicto escalará en caso de que el oficialismo avance con la aprobación de la norma en el Congreso.

Uno de los puntos políticos más llamativos fue la ausencia de Gerardo Martínez, representante de la CGT en el Consejo de Mayo, en la última reunión del organismo. Martínez se negó a participar para evitar cualquier tipo de aval a la iniciativa oficialista, calificada como “un ataque sin precedentes a los derechos laborales y a la organización sindical”.

El documento final consensuado por la CGT subraya que la presentación del proyecto se produjo “con tratamiento exprés y sin consulta a los actores sociales”, por lo que reclama un debate amplio y la incorporación de las organizaciones del trabajo.

La movilización del 18 de diciembre en Plaza de Mayo se perfila como el primer acto público de oposición sindical organizado por la nueva conducción cegetista, que busca dejar en claro que, aunque sin paro, la resistencia a la reforma laboral ya está en marcha.

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