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Jue, May

Ciencia y Tecnología

El espacio no deja de sorprendernos con objetos extraños. Un equipo internacional de científicos, capitaneado por astrónomos de la Western Sydney University, en Australia, ha encontrado un misterioso anillo brillante, perfectamente circular, en el espacio aparentemente vacío que separa nuestra la Vía Láctea de una de sus galaxias satélites, la Gran Nube de Magallanes.

De lo que no cabe duda es que se trata de algo nunca observado hasta ahora.

Según explica Miroslav Filipovic, autor principal de la investigación, el descubrimiento resulta 'excitante' y suscita muchas nuevas preguntas, por ahora sin respuesta. «Cuando descubrimos por primera vez este objeto de radio casi perfectamente circular, pensamos que era otro ORC (Odd Radio Circle), pero después de nuestras observaciones adicionales, quedó claro que es mucho más probable que sea otra cosa».

Los ORC son enormes y difícilmente explicables objetos astronómicos de forma circular que sólo resultan visibles en las longitudes de onda de radio y que, por lo tanto, no pueden observarse con telescopios que operan con luz visible, infrarrojo, ultravioleta o rayos X. En abril de 2021 se encontraron varios de estos objetos (cinco confirmados y otros seis posibles). Tres de ellos tenían galaxias justo en su centro, por lo que se cree que, de alguna forma, son las propias galaxias las que los han formado.

Pero el brillante anillo J0624–6948 no parece ser uno de ellos. De hecho, y a pesar de que también es visible solo en ondas de radio, el nuevo objeto se diferencia de la mayoría de los otros ORC conocidos en que no tiene una galaxia en el centro y en que es, además, mucho mayor que cualquiera de ellos.


En la imagen puede verse la localización del objeto J0624–6948, justo entre nuestra Vía Láctea (arriba) y la Gran Nube de Magallanes (LMC) una de nuestras galaxias satélites. A la izquierda, la Pequeña Nube de Magallanes (SMC) - Miroslav Filipovic et al.

«La explicación más plausible -dice Filipovic- es que el objeto sea un remanente de supernova intergaláctica, creado por una estrella que residía en las afueras de la Gran Nube de Magallanes y que explotó como una supernova degenerada de tipo 'Ia', lo que implica la explosión de dos estrellas que se orbitan entre sí».

Sin embargo, prosigue el investigador, «consideramos también otros escenarios, como que este objeto podría ser lo que queda de una 'súper llamarada' emitida una estrella cercana de la Vía Láctea (a solo 190 años luz del Sol) que ocurrió hace solo unos pocos siglos, o incluso que, al final, se trate de un ORC, aunque mucho más grande que los demás».

Entre las varias posibilidades, los investigadores abogan por la idea de la supernova. El anillo, pues, sería el remanente de una explosión estelar que «se ha expandido en un entorno intergaláctico enrarecido, un entorno en el que no esperábamos encontrar un objeto así. Nuestras estimaciones apuntan a una edad de alrededor de entre 2.200 y 7.100 años».

J0624–6948 fue detectado con el radiotelescopio ASKAP, en Australia, formado por una matriz de 36 grandes antenas parabólicas de 12 metros cada una y que, juntas, componen un área de recolección de casi 4.000 metros cuadrados. Se trata de uno de los mayores radiotelescopios del mundo, capaz de captar toda una variedad de objetos esféricos y que, según Filipovic, «está enriqueciendo nuestra comprensión del Universo».

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