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Vie, Abr

Ciencia y Tecnología

Los resultados de un nuevo análisis de una rara piedra conocida como Hypatia que fue hallada en el desierto egipcio en 1996 sugieren que podría ser la primera evidencia tangible y directa encontrada en la Tierra de una explosión de supernova de tipo Ia. Estas raras supernovas figuran entre las explosiones más energéticas del universo.

Esta es la conclusión a la que ha llegado el equipo que ha realizado la investigación, integrado, entre otros, por Jan Kramers, Georgy Belyanin y Hartmut Winkler de la Universidad de Johannesburgo en Sudáfrica.

Desde 2013, Belyanin y Kramers han descubierto una serie de pistas químicas muy inusuales en un pequeño fragmento de la piedra Hypatia.

En la nueva investigación, se ha encontrado un patrón característico de 15 elementos químicos en la piedra Hypatia. El patrón es completamente diferente al de cualquier otra cosa en nuestro sistema solar.

Este y otros detalles desvelados por el estudio han permitido descartar posibles explicaciones sobre el origen de la piedra, hasta que solo una ha quedado como la única plausible. Esta explicación constituye una reconstrucción de hechos que se remonta a una época anterior a la formación del Sol y del resto de nuestro sistema solar.

La historia de la piedra Hypatia comienza con una estrella: una gigante roja que tras esta etapa de su vida se contrajo convirtiéndose en una estrella enana blanca. El colapso debió ocurrir dentro de una gigantesca nube de polvo, concretamente una nebulosa planetaria.

Esa enana blanca formaba pareja con otra estrella, constituyendo ambas un sistema binario. La enana blanca fue succionando materia de la otra estrella. En algún momento, la acumulación de esa materia arrancada en la enana blanca hizo que explotase como una supernova de tipo Ia dentro de la nube de polvo.

Tras enfriarse, los átomos de gas que quedaban de la supernova Ia empezaron a pegarse a las partículas de la nube de polvo.

Una enorme "burbuja" de esta mezcla de polvo y átomos de gas de la supernova nunca interactuó con otras nubes de polvo.

Transcurrieron millones de años y, finalmente, la "burbuja" se condensó en grumos sólidos. El objeto del que Hypatia formó parte era una roca que se formó en algún momento de las primeras etapas de formación de nuestro sistema solar.

Este proceso probablemente ocurrió en la nube de Oort, hoy en día situada fuera de nuestro sistema solar, o en el cinturón de Kuiper, ubicado en las afueras del sistema solar.

En algún momento, la roca en la que estaba integrada la piedra Hypatia cayó hacia la superficie de la Tierra. El calor de la entrada en la atmósfera terrestre, combinado con la presión del impacto en el sudoeste de Egipto, creó microdiamantes y destrozó la roca madre.

La piedra Hypatia recogida en el desierto debe ser uno de los muchos fragmentos del cuerpo que originalmente cayó a la Tierra.

Si esta hipótesis es correcta, Hypatia es la primera prueba tangible y directa en la Tierra de una explosión de supernova de tipo Ia.

El estudio se titula “The chemistry of the extraterrestrial carbonaceous stone ‘Hypatia’: A perspective on dust heterogeneity in interstellar space”. Y se ha publicado en la revista académica Icarus.

Fuente: NCYT

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