fbpx
23
Mar, Abr

Ciencia y Tecnología

Desde hace varias décadas, la estrella Beta Pictoris y lo que hay a su alrededor han fascinado a los astrónomos y al público en general. La extraordinaria juventud de ese sistema solar, 20 millones de años frente a los aproximadamente 4.600 millones que tiene el nuestro, ofrece la extraordinaria oportunidad de observar a un sistema planetario en su proceso de formación.

El sistema de Beta Pictoris, situado a 63 años-luz de la Tierra, alberga un disco de gas y polvo, a modo de depósito de material de construcción, así como por lo menos dos planetas jóvenes. También contiene cometas, los primeros de los cuales fueron detectados en 1987. Fueron los primeros cometas observados en torno a una estrella distinta del Sol.

Desde hace más de treinta años, los cometas de Beta Pictoris se han detectado mediante espectroscopia. Concretamente esta permite sondear la parte gaseosa de esos cometas, o sea las comas y las colas. La detección de la componente polvorienta de las colas puede realizarse mediante observaciones fotométricas de los tránsitos por delante de la estrella, o sea cuando, desde la perspectiva visual de la Tierra, cruzan por delante de Beta Pictoris.

Un cometa está formado principalmente por un núcleo sólido. La cola del cometa aparece solo temporalmente, cuando los gases congelados se calientan y pasan al estado gaseoso al acercarse el astro a su estrella durante una parte de su recorrido orbital.

Ahora, un equipo internacional de investigación dirigido por Alain Lecavelier des Etangs, investigador del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS) que trabaja en el Instituto de Astrofísica de París (dependiente del CNRS y de la Universidad de París (La Sorbona)) en Francia, ha descubierto 30 de estos cometas y ha determinado el tamaño de sus núcleos, que varían entre 3 y 14 kilómetros de diámetro.

Estos científicos también han podido hacer una estimación de la proporción de cometas pequeños respecto a los grandes. Es la primera vez que se mide esta distribución de tamaños fuera de nuestro sistema solar, y ha resultado ser sorprendentemente similar a la de los cometas que orbitan alrededor del Sol.

Esto demuestra que, al igual que los cometas del nuestro sistema solar, los de Beta Pictoris fueron formados por una serie de colisiones y rupturas.

Este estudio aporta datos nuevos y esclarecedores sobre el origen y la evolución de los cometas en los sistemas planetarios.

Dado que una parte del agua de la Tierra probablemente se originó en los cometas, resulta de gran importancia conocer el alcance de su influencia sobre las características de los planetas.

El nuevo estudio se basa en la información recolectada durante 156 días de observación del sistema de Beta Pictoris mediante el satélite astronómico TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA. El análisis de los datos fotométricos del TESS ha permitido identificar un total de 30 tránsitos de distintos cometas.

El estudio se titula “Exocomets size distribution in the β Pictoris planetary system”. Y se ha publicado en la revista académica Scientific Reports.

Observaciones futuras, en particular con los telescopios espaciales Hubble y James Webb, deberían permitir averiguar más cosas sobre los cometas del sistema de Beta Pictoris.

Fuente: NCYT

Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música