Así lo lo manifestó la Ministra de Salud y Ambiente, Rocío García luego que fuera firmado el convenio el cual posibilitara la pronta apertura del tan esperado centro de medicina nuclear, siendo éste un histórico avance en materia de Salud Publica para todos los santacruceños
El acuerdo que posibilita “que este Centro ya sea un hecho, una realidad, algo que en su momento fue impensado en todo Santa Cruz”, amplió la Ministra.
En el convenio, Nación y Provincia acuerdan que durante los próximos 5 años –con renovación a convenir por ambas jurisdicciones- la administración del Centro quede a cargo de Santa Cruz a partir de la creación de una fundación. Mediante el mismo, se garantizará la asistencia científica–tecnológica, la capacitación de los recursos humanos y la provisión de radiofármacos por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Durante su discurso, la titular de la cartera sanitaria recalcó que el Centro asistirá “no solamente a Santa Cruz sino a toda la región de la Patagonia”. “Quienes transitan esta enfermedad lo que más necesitan es la contención de la familia”, enfatizó al describir las situaciones por las que atraviesan las personas que deben ser derivadas para recibir un tratamiento efectivo.
“Se ha trabajado incansablemente para poder lograr lo administrativo”, informó Rocío García al referirse a la rúbrica que tuvo lugar en el día de hoy.
A partir del convenio ambas partes se comprometen a desarrollar una acción coordinada y conjunta en lo referente a la puesta en marcha e inicio de la operación del centro, la asistencia tecnológica asociada y la capacitación en aplicaciones de la tecnología nuclear al campo de la salud. Esta acción abarcará todo lo referente a la docencia para alumnos graduados y técnicos, la investigación básica y aplicada, el desarrollo tecnológico y la puesta a punto de nuevos equipos, técnicas y métodos.
El Centro de Medicina Nuclear, construido con fondos nacionales durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, es único en su tipo en la patagonia austral, con equipamiento de última generación y tecnología, que posibilita en Santa Cruz tratamientos para las enfermedades crónicas no transmisibles que representan la principal causa de muerte en el país.