Encierros, falta de castraciones y la ausencia de políticas de salud caracterizan la gestión radical. Desde la semana pasada la Dirección de Bienestar Animal mantiene encerrados (otra vez) a 8 perros en condiciones de insalubridad, con poca agua y comida y en caniles sucios, violando la Ley 14.346 de Protección Animal.
Los perros llegaron producto de que sus dueños decidieron abandonarlos. Sin embargo en esos casos el municipio no debe recibir los animales, porque de esta manera sigue fomentando la idea de “vida descartable”, además porque son los mismos dueños los que deben ubicar al perro con una nueva familia. Asimismo el municipio está realizando una campaña en el barrio San Benito pero sin castraciones, solo patentamiento, vacunación antirrábica y desparasitación.
Entonces nos preguntamos: ¿Cómo pretenden las autoridades municipales disminuir la sobrepoblación de animales si no castran? ¿Es realmente la sobrepoblación de animales una prioridad para el municipio cuando al día de hoy no se invierte? ¿Van a poner en práctica en algún momento un programa de castraciones masivas y sostenidas en el tiempo para atender este problema de salud pública?
Por otra parte, el Ejecutivo municipal al no cumplir con las castraciones ni mejorar las condiciones de zoonosis para albergar animales, está en infracción con un compromiso que las propias autoridades firmaron en diciembre del año pasado ante la ONG´s en Red y los proteccionistas.
Desde el Partido Obrero seguimos exigiendo inversión en salud, acciones de educación y un plan de castraciones financiado no por los vecinos, si no por medio de un impuesto al casino y a las grandes empresas que operan en la ciudad. A su vez llamamos a los Concejales a que le pongan fecha al Plenario de Comisiones para que se traten los diferentes proyectos, incluido el que han presentado los proteccionistas de la ciudad.
Porque castrar es prevenir.
PARTIDO OBRERO