El flamante Presidente del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda, el Arquitecto Daniel Copertari, arrastra un largo camino tanto en la función pública como en la privada, pero también con fuertes lazos políticos.
Uno de los desafíos será dejar atrás las sospechas de corrupción que, por el año 2014, surgieron durante la gestión del ex intendente Raul Cantin quien no pudo terminar su mandato tras una gestión que algunos calificaron como una de las peores gestiones municipales.
Uno de los hechos que hicieron que la imagen del Arq. Daniel Copertari, tomara relevancia fue la escandalosa obra en una de las plazoleta de Río Gallegos en la que a travez de la empresa DOC Construcciones SRL y que el propio copertari representara, debían realizar una obra de puesta en valor.
Para los vecino de la reconocida plazoleta "El Gaucho" una pequeña plazoleta de la capital santacruceña resultaba una buena noticia ya que por entonces ese espacio publico requería de algunas obras que embellecieran y renovaran el lugar, pero el disgusto no tardo en llegar luego de que trascendiera que de los 141.000 pesos que inicialmente costaría la anhelada obra la empresa con fuertes vínculos con el Ar. Daniel Copertari se llevaría algo mas que 5 veces mas que lo estimado para esa obra.
El sobre precio fue escandalosamente evidente y sonó fuerte en los pasillos del municipio por lo que obligo al intendente Raul Cantin a llamar de manera urgente a los sectores de la Secretaria de Obras Publicas y Urbanismo para retirar el cartel que anunciaba la obra, que ademas contaba con fondos garantizados ya que la contratación se gestionaba en el marco del Fondo Federal Solidario.
Hay que recordar también que la obra se financiaba con fondos que recibía la municipalidad de Río Gallegos pero que para que su uso sea efectivo los destinos de las obras deberían enmarcarse dentro de la reglamentación vigente para el fondo federal solidario pero también a los reglamentos internos del municipio y que estipulan que para las contrataciones de este tipo de obras las empresas interesadas debería someterse a los que se conoce como compulsa de precios, procesos administrativo que brinda mayor transparencia a los actos públicos en donde se gastan los fondos de cada uno de los vecinos riogalleguenses y que curiosamente ese proceso nunca existió y la contratación se realizó en forma directa sin importar que costara más de 5 veces más que lo contemplado en el presupuesto oficial.
Los problemas siguieron para Coportari y el ex intendente Raul Cantin ya que que al conflicto se acoplo el SOEM quien pidió explicaciones por la casi millonaria obra podía ser realizada por personal municipal y que no revestía ningún tipo de complejidad para el personal municipal debido a que cerrar el predio y pintarlo eran tareas que el personal municipal acostumbra a hacer.
Hoy el Arquitecto y actual presidente del IDUV indudablemente estará bajo la lupa de muchos actores políticos a fin de que este tipo de practicas no se repitan y sobre todo cuando se trata de un ente publico que justamente esta encargada de concretar obras publicas a lo largo y a lo ancho de la provincia de Santa Cruz.
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