Además de vacunación a la población, el Vacunatorio Municipal tiene un rol educativo, ya que da la posibilidad a estudiantes de enfermería de cumplir con las horas de prácticas profesionales. Tal es el caso de varias vacunadoras, que lograron recibirse de enfermeras universitarias.
Cinthya Medina, mientras cumple su rol de vacunadora en el Vacunatorio Municipal, logró completar sus prácticas y ahora es una flamante enfermera universitaria: “después de un año de espera por el tema de las prácticas integradas, junto a otras compañeras nos recibimos de enfermeras universitarias”, dijo con alegría.
Sobre el desarrollo de su carrera, dijo “hasta que comenzó la pandemia veníamos bien, solo nos quedaban las practicas integradas, pero con esta situación se nos imposibilitó. Entonces se nos dio la posibilidad de cumplir las ciento cinco horas aquí en el vacunatorio”.
El recibirse en este contexto de pandemia, donde el servicio de enfermería es fundamental, tiene un plus: “es una alegría inmensa cumplir con el deber que tenemos como enfermeros hoy, más aún ser parte del vacunatorio, es algo histórico”.
En relación al reconocimiento a su labor, expresó: “acá hay personas que nos agradecen. Nuestro trabajo como voluntario no es solo vacunar sino también contener a las personas ya que algunas vienen con miedo, asustadas. Entonces es parte de todo un proceso ya que todos somos parte de un equipo donde aportamos algo para que las personas se vacunen y salgan contentas”.
Luego señaló que sigue estudiando para recibirse de Licenciada en Enfermería y que también es acompañante terapéutica. Medina dijo: “quiero agradecer especialmente a Estela Tureo que nos acompañó en todo este proceso en el vacunatorio, al doctor Quirino y a todos mis compañeros que somos un equipo”.
“Es gratificante estar acá”
Por su parte, Macarena Silva, quien se desempeña en la sala de recuperación del vacunatorio, dijo: “hoy es una jornada especial ya que a mí y otra compañera nos avisaron que ya nos habían cargado la última nota que nos faltaba poder recibirnos de enfermeras universitarias, solo nos faltaban horas de prácticas y nos reconocen las horas que hicimos en el vacunatorio. Así que partir de hoy ya somos enfermeras universitarias, lo que significa un logro muy grande para nosotros”.
Luego Macarena contó que la carrera de enfermería “la empecé hace un par de año, había abandonado porque fui mamá y me dediqué a cuidar a mis dos nenas. Luego volví y acá estoy. Los vecinos reconocen nuestro trabajo como enfermeros, agradecen muchísimo”. Para finalizar, visiblemente emocionada agradeció a sus padres que la apoyaron y acompañaron en todo este proceso.
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