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Mié, Ago

Ciencia y Tecnología

Un equipo internacional propone la existencia de un nuevo tipo de estrella que se alimentaría de materia oscura en lugar de fusión nuclear.

Estrellas que desafían las reglas: la hipótesis de las enanas oscuras

Sabemos —o creemos saber— cómo brillan las estrellas.
Combustible nuclear, hidrógeno convertido en helio, luz y calor que viajan millones de años hasta nuestros ojos. Pero… ¿y si hubiera estrellas que no siguen ese manual? Objetos que brillan no por fusión, sino gracias a la materia oscura, esa sustancia invisible que compone gran parte del universo.

Un equipo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos acaba de publicar en Journal of Cosmology and Astroparticle Physics la propuesta de un tipo de estrella nuevo: las enanas oscuras.

Nacidas de estrellas fallidas

El punto de partida no es una estrella “normal”, sino las enanas marrones.
Esos cuerpos que se forman como estrellas, pero se quedan cortos: no tienen la masa suficiente para iniciar la fusión nuclear. Durante un tiempo brillan débilmente, luego se enfrían y desaparecen. Estrellas fallidas, como se las suele llamar.

Pero si una enana marrón se encuentra en un lugar con abundante materia oscura —como el centro de la Vía Láctea—, podría empezar a atrapar partículas invisibles. Y aquí viene lo sorprendente: esas partículas, los famosos WIMP (partículas masivas de interacción débil), al colisionar se aniquilan entre sí y liberan energía. Esa energía mantendría encendida a la enana… sin límite aparente de tiempo.

¿El resultado? Un objeto que no debería brillar, brillando. Un fósil estelar convertido en estrella eterna.

El secreto está en el litio

¿Cómo distinguir a una enana oscura de una marrón común?
Los astrónomos apuntan a un detalle químico: el litio-7.

En una estrella corriente, este isótopo desaparece muy rápido porque se consume en las reacciones nucleares. En una enana oscura, en cambio, el litio-7 debería seguir ahí. Es decir, un objeto tenue, que se comporta como una enana marrón, pero que aún conserva litio: ese sería el indicio clave.

Una ventana a la materia oscura

¿Por qué importa todo esto?
Porque descubrir una enana oscura sería algo así como atrapar a la materia oscura en acción. Hoy sabemos que existe porque sentimos su gravedad, pero no porque la veamos directamente. Encontrar una estrella alimentada por ella sería casi como firmar un contrato de evidencia.

“El descubrimiento de enanas oscuras en el centro galáctico nos brindaría una perspectiva única sobre la naturaleza de las partículas de materia oscura”, explicó el Dr. Djuna Croon, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Durham.

El Telescopio James Webb podría ser la herramienta ideal para detectarlas, observando la región densa del centro galáctico. Otra posibilidad es más estadística: mirar cientos de enanas marrones y detectar cuáles se comportan distinto.

Si llegáramos a confirmar la existencia de estas enanas oscuras, no solo estaríamos ampliando el zoológico estelar. Estaríamos viendo a la materia oscura actuar de frente, revelando cómo se comporta.
La pregunta es: ¿estamos a punto de descubrir un nuevo tipo de estrella… o de abrir la primera ventana real hacia el 85 % del universo que aún no entendemos?

FUENTE: DOI: 10.1088/1475-7516/2025/07/019

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