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Jue, Oct

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La cuestión jubilatoria ha puesto en crisis muchas cosas y entre ellas a la oposición política de Santa Cruz. A pesar de la inmensa presión de Costa, no pudo lograr que la Convención de la UCR emitiera una declaración tajante de apoyo a la reforma jubilatoria de Macri y los gobernadores: Se debió conformar con una fórmula ambigua “Libertad de conciencia para apoyar la reforma” y tolerar que Encuentro Ciudadano se pronuncie en contra y por ejemplo la UCR de Caleta Olivia rechace esta reforma.

La traición a los derechos de los jubilados que pueden consumar los diputados de la UCR Santa Cruz, no será gratuita. Sería una traición en primer lugar a los muchos miles de jubilados nacionales que viven en Santa Cruz y cobran por ANSES, los que van a tener una pérdida directa en sus haberes, pero también sería una traición a los jubilados de la Caja de Previsión provincial ya que el avance en estos ajustes jubilatorios acelera los tiempos de la famosa “armonización” de la caja provincial con el ANSES, elevando la edad y recortando los cálculos de haberes a la baja para acercarlos con las jubilaciones de miseria de la ANSES. Este golpe al conjunto de los jubilados santacruceños lo estarían produciendo personas electas como diputadas/os que han estado “apoyando” a los jubilados provinciales en su lucha por cobrar los salarios, lo que es una muestra sublime de hipocresía política.

Hace unos días en un comunicado del Partido Obrero se advertía que Costa podía poner en riesgo su elección de gobernador en 2019 al apoyar estas reformas contra los jubilados y Costa ha redoblado su apuesta intentando disciplinar a la UCR, elogiando a Macri por la envergadura del llamado “gasto social” y exacerbando el odio hacia los k.

Por su parte Máximo y Vázquez se preparan para votar en otro acto de hipocresía, contra las reformas que el PJ-Frente para la Victoria han viabilizado por el pacto de los gobernadores y luego lo harán con la ratificación del pacto fiscal en la legislatura de Santa Cruz.

En el fondo el ajuste contra los jubilados ha terminado “uniendo en un abrazo fraterno” a los supuestos archienemigos Costa y Alicia Kirchner que defienden en definitiva el mismo pacto fiscal y la misma reforma previsional que está atada a ese pacto.

La movilización popular, expresada en las marchas y cacerolazos, y la experiencia de nuestro pueblo sancionarán políticamente la entrega de las jubilaciones, que es solo el principio de una reforma que se propone destruir todos los derechos jubilatorios de nuestro pueblo.

El Partido Obrero acompañará esta experiencia desde la lucha incansable para que no toquen los derechos jubilatorios de todos los jubilados ya sean nacionales o provinciales.