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Lun, Abr

Ciencia y Tecnología

Desde la última década de los años 60, una idea audaz ha flotado en la mente de científicos e innovadores: aprovechar la inmensa fuente de energía del sol directamente desde el espacio y transmitirla a la Tierra.

Esta visión revolucionaria, conocida como Energía Solar Basada en el Espacio (SBSP por sus siglas en inglés), ha estado eclipsada por desafíos tecnológicos y costos prohibitivos. Pero ahora, en el umbral de una era donde la sostenibilidad energética es primordial, ¿podrían estos obstáculos finalmente ser superados para desatar un potencial sin precedentes?

La SBSP podría ser un actor vital en la transformación global hacia fuentes de energía más limpias y renovables. Si bien ya recolectamos energía solar en la Tierra a través de tecnologías como la fotovoltaica y la solar térmica, estas formas tienen limitaciones. Requieren grandes extensiones de tierra y están sujetas a la disponibilidad de luz solar y viento. Las granjas solares, por ejemplo, se ven afectadas por las noches y días nublados.

Sin embargo, el uso de paneles solares fotovoltaicos en órbita podría eliminar estas restricciones. Un satélite en órbita geoestacionaria, ubicado a unos 36,000 km sobre la Tierra, está expuesto al sol durante más del 99% del tiempo anual. Esto significa que la energía solar podría ser recolectada constantemente, incluso de noche. Además, la tecnología de transmisión inalámbrica de energía mediante microondas permitiría dirigir esta energía hacia la Tierra, donde sería convertida en electricidad.

Pero, ¿por qué esta prometedora idea no ha despegado aún? La respuesta radica en el costo masivo y los desafíos tecnológicos asociados con el lanzamiento de la infraestructura necesaria al espacio. A pesar de estos obstáculos, compañías como SpaceX y Blue Origin están avanzando en la creación de vehículos de lanzamiento pesados y reutilizables, lo que podría reducir drásticamente el costo y hacer que la SBSP sea más accesible.

A nivel internacional, la SBSP ha captado la atención de gobiernos y agencias espaciales. En el Reino Unido, un estudio independiente sugiere que la SBSP podría contribuir con hasta el 25% de la demanda de electricidad para 2050. La Agencia Espacial Europea está evaluando la viabilidad de la SBSP a través de su iniciativa SOLARIS. Otros países también están explorando esta tecnología, lo que podría llevar a sistemas más grandes en la próxima década.

Sin embargo, no hay duda de que este camino hacia la energía solar espacial no está exento de desafíos y riesgos. Los aspectos como la degradación de los paneles solares, la necesidad de controlar grandes estructuras en el espacio y la transmisión segura de microondas plantean preguntas importantes que deben ser abordadas.

La energía solar basada en el espacio es un concepto audaz que podría revolucionar la forma en que obtenemos energía en la Tierra. Si bien aún enfrenta obstáculos, el progreso tecnológico y el compromiso de gobiernos y agencias espaciales podrían allanar el camino para un futuro más limpio y sostenible. En un momento en que la crisis climática demanda soluciones innovadoras, la SBSP podría ser el paso gigante que necesitamos para un mundo impulsado por la energía verde.

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