El caso del oficial de policía Luis Chocobar, quien disparó por la espalda y mató a un delincuente que huía tras robar y apuñalar a un turista norteamericano en el barrio de La Boca, fue celebrado por el Gobierno. Las máximas autoridades ejecutivas del país recibieron al efectivo de seguridad, cuyo accionar reivindicaron pese a que se confirmó su procesamiento por homicidio. El caso se volvió a repetir, esta vez sin víctimas fatales.
Ocurrió en Lomas de Zamora el pasado fin de semana, cuando Gonzalo Nahuel Sala, de 19 años, quiso evitar un control policial con su moto Rouser negra por, según explicó su padre, tener multas impagas y el miedo a que le quiten el vehículo por ello. Ante la huída del joven, la Gendarmería lo persiguió y le disparó por la espalda, sobre la cintura y cerca de los riñones, sin comprometer órganos vitales.
Osvaldo, padre de Gonzalo, explicó a los medios de comunicación que su hijo recibió el balazo "por la espalda, apenas arriba de la cintura, cerca de los riñones. Le perforó los intestinos y tuvo orificio de entrada y salida. Le tiraron a matar. Para colmo fue un día domingo y había una feria en el barrio. Por eso hay muchos testigos que vieron lo que pasó. Está con vida de casualidad, gracias a Dios".
El joven llegó baleado a la casa de su novia, cuyos familiares lo llevaron al UPA (Unidad de Pronta Atención) de Villa Fiorito, y luego al Hospital Gandulfo, donde fue operado y quedó internado con pronóstico reservado.
Los efectivos que participaron del tiroteo fueron separados de su cargo de manera preventiva. La investigación está a cargo del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, en el marco de una causa por "tentativa de homicidio", sin ningún detenido.
Fuente: PA