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Sáb, May

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Con el refugio se actúa sobre las consecuencias y no en las causas, por eso no es una solución. El intendente de Puerto Santa Cruz, Néstor González, dispuso la creación de un refugio para perros con una inversión de más de $300.000. El albergue, que funcionaría con colaboradores y voluntarios, es la propuesta del Intendente para disminuir la sobrepoblación de animales.

En primer lugar hay que destacar que el hecho de tener un desequilibrio poblacional de animales refleja la falta de políticas públicas durante años y la ausencia de respuestas de las diferentes gestiones municipales hasta la actual.

Teniendo en cuenta la experiencia de refugios en otros puntos del país y localidades de nuestra provincia, como por ejemplo el refugio Tama (El Calafate), los resultados muestran que no es una iniciativa positiva ya que no ataca las causas, sino que actúa sobre las consecuencias y, por tanto, no logra la reducción de la población animal. Al contrario, lo que se logró es que socialmente se instale la idea de “vida descartable”, esto es, que la gente se inclinó hacia el abandono de animales llevando a los albergues al colapso.

Por otra parte, el encierro de animales no disminuye la sobrepoblación. Lo que se necesita para impedir que los animales se sigan reproduciendo de forma descontrolada es una gran campaña de castraciones de perros y gatos, de hembras y machos y que sea sostenida en el tiempo. En el caso particular de Puerto Santa Cruz, que es donde se está instalando el refugio, estamos hablando de 1700 animales aproximadamente que para ser castrados requieren una inversión de poco más de $500 mil. Con la inversión inicial de $300 mil (que se destinaron a la creación del albergue) se podría castrar más del 50% de la población animal garantizando, de esta manera, que una porción importante no se va a reproducir y que, entonces, estaría en equilibrio.

No podemos dejar de denunciar que los animales, unos treinta, que se encontraban en las instalaciones donde se construye el nuevo albergue están a la deriva y la obra se estima que se terminará recién a fin de año. ¿Esta es la política que el municipio va a implementar dejando a los animales a la deriva? ¿Esto es lo que tienen que esperar los vecinos del refugio?
Por último, es ilógico pensar que este emprendimiento pueda funcionar correctamente con voluntarios que lo harían en su tiempo libre. Lo que es evidente es que desde la gestión municipal se actúa pero sin una planificación, sin un análisis de las experiencias de otras localidades y este reclutamiento de voluntarios en particular se hace para no pagar sueldos en un marco de ajuste de las cuentas públicas.

Desde el Partido Obrero proponemos un plan integral de esterilizaciones gratuitas como método ético, eficaz y económico de control poblacional de la fauna urbana y el desarrollo de campañas para reeducar sobre el respeto de la vida animal. Nos queda decir que con lo que se invierte en el refugio se solucionaría la problemática de una vez teniendo un programa de equilibrio poblacional canino.