La senadora santacruceña cruzó a Guillermo Francos en el Senado y denunció el abandono económico de Santa Cruz.
Durante la sesión informativa especial en el Senado de la Nación, la senadora por Santa Cruz, Alicia Kirchner, alzó la voz con un diagnóstico duro y preciso sobre la situación de su provincia. En una intervención cargada de datos y preguntas sin responder, cuestionó frontalmente al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por la falta de respuestas ante un escenario que definió como de “deterioro económico sistemático”.
“Santa Cruz es la primera provincia que acusó una baja del empleo privado del 9,7%. Realmente esto es muy preocupante”, señaló Kirchner, citando datos oficiales que reflejan la pérdida de 5.944 empleos registrados entre marzo de 2024 y marzo de 2025. Un derrumbe que, según explicó, se profundizó con la salida de YPF de la provincia, que paralizó la actividad petrolera y dejó a más de 2.000 trabajadores sin puestos de trabajo.
Pero el colapso laboral no es el único síntoma del ajuste. Kirchner advirtió sobre el impacto devastador que tendrá la privatización de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) dispuesta por el Decreto 115/2025. Preguntó con nombre y apellido quién evaluó la empresa en 30.000 millones de pesos y qué mecanismos se aplicarán para preservar los puestos de trabajo y las jubilaciones en la cuenca carbonífera.
“¿Quiénes fueron las autoridades competentes que hicieron el estudio? ¿Se cuidará la estabilidad laboral de los trabajadores?”, inquirió. Pero las respuestas no llegaron. Tampoco hubo precisiones sobre el reinicio de las obras de las represas sobre el río Santa Cruz, detenidas desde hace meses y que impactan directamente en el sustento de más de 2.200 trabajadores.
El silencio oficial, para Kirchner, refleja una lógica: la de un ajuste que no distingue variables humanas. “Me preocupa el abandono de los hospitales nacionales. No se está cuidando a los equipos de salud, ni los insumos, ni las muestras de laboratorio”, alertó, en referencia a la situación crítica del Hospital Garrahan y del Hospital SAMIC de El Calafate.
Y cerró con una sentencia política tan clara como contundente: “No hay equilibrio fiscal posible si lo que se rompe es el tejido social”.
Kirchner puso en palabras lo que en Santa Cruz ya se vive con angustia: un ajuste sin amortiguadores, que desfinancia obra pública, desarticula salud, golpea la energía estatal y arrastra a miles al desempleo. Un ajuste que ni siquiera se disfraza de federalismo y que, por ahora, sólo suma respuestas evasivas por parte de la Casa Rosada.
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