El ministro de Economía, Luis Caputo, generó rechazos al desestimar el reclamo universitario por recortes presupuestarios, calificándolo como un simple "berrinche". En un momento de malestar creciente en el ámbito educativo superior y advertencias sobre la posible falta de fondos, Caputo renovó la postura del Gobierno contra las universidades.
Las declaraciones del ministro surgieron en respuesta a críticas del economista Gustavo Lazzari hacia la marcha universitaria. Caputo desestimó el reclamo estudiantil y sugirió que la política es vista como un negocio para muchos, en lugar de un servicio público. Comparó además el reclamo universitario con otros sectores que también se ven afectados en sus intereses comerciales.
Caputo respaldó las afirmaciones de Javier Milei, quien sugirió que algunos políticos priorizan otros temas por encima de las necesidades de la gente, insinuando así que las universidades no son una prioridad en la agenda política actual. Aunque el Gobierno convocó a las casas de estudio para debatir la actualización de la financiación del presupuesto, manifestó que no negociará el proceso de auditoría sobre el manejo de los fondos universitarios.
Por otro lado, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, reiteró el compromiso del Gobierno de auditar el dinero destinado a las universidades, en línea con el artículo 2 de la Ley de Educación Superior. Esta postura refleja la firmeza del Gobierno en su posición frente al conflicto con las universidades, en medio de la escalada de tensiones antes de la marcha universitaria del martes 23 de abril.
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