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Lun, Abr

Ciencia y Tecnología

Un estudio liderado por el CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red) y el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI) ha revelado una vinculación directa entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la depresión, así como con cambios en el volumen de la sustancia gris del circuito cerebral mesocorticolímbico y parámetros de inflamación.

El objetivo de esta investigación ha sido arrojar luz sobre los posibles efectos adversos que el consumo de alimentos ultraprocesados puede tener sobre la salud mental y el cerebro. Estos productos incluyen snacks, bebidas azucaradas, precocinados, bollería industrial, carnes procesadas, galletas, lácteos azucarados, cereales refinados, pizzas o nuggets, y son conocidos por tener una baja densidad de nutrientes y altas concentraciones energéticas.

El estudio reveló una asociación entre un mayor consumo de ultraprocesados y una mayor presencia de síntomas depresivos, así como un menor volumen en regiones cerebrales relacionadas con el procesamiento de la recompensa y la toma de decisiones. Además, la asociación entre el consumo de estos alimentos y los síntomas depresivos fue más notable en el grupo con obesidad.

La investigación respalda evidencias previas y proporciona nuevos datos que relacionan los hábitos alimentarios con cambios en la estructura de redes cerebrales específicas. También señala que estas asociaciones pueden depender de la presencia de obesidad y de los niveles de inflamación periférica.

Los trastornos depresivos son una dolencia psiquiátrica común que afecta a millones de personas en todo el mundo, disminuyendo su calidad de vida y funcionamiento psicosocial. Este estudio busca aportar nuevos conocimientos sobre la relación entre la dieta y la salud mental, destacando la importancia de una alimentación adecuada para el bienestar emocional y cerebral.

El trabajo de investigación ha sido liderado por el CIBER, en colaboración con el CIBEROBN (Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición) y el CIBERSAM (Salud Mental), así como investigadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y del Instituto de Investigación de Sant Pau. Los resultados apuntan a la necesidad de promover hábitos alimentarios saludables para prevenir riesgos para la salud mental y cerebral.

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