El Concejo Deliberante aprobó hoy una serie de proyectos presentados por el concejal Juan Manuel Kingma, entre los cuales se destacan iniciativas destinadas a mejorar las condiciones de salubridad en plazas y parques. Además presentó un proyecto para solicitar al Municipio que designe con el nombre de “Pelusa Belmonte” a una arteria de nuestra Ciudad.
Kingma, entre otros proyectos de resolución presentó un proyecto solicitando al Ejecutivo Municipal, que a través del área que corresponda, realice el estudio de factibilidad para la instalación de sanitario portátiles en plazas y plazoletas que no cuenten con los mismos. El mismo fue aprobado por unanimidad de los concejales.
También presentó un proyecto de Resolución, solicitando al Ejecutivo Municipal se implemente la colocación de tachas reflectivas reductoras de velocidad en la calle Santiago de Liniers de nuestra Ciudad, el que también fue aprobado por unanimidad.
Además presentó un proyecto de Resolución, solicitando al Ejecutivo Municipal que proceda a dar cumplimiento con lo normado por la Ordenanza Nº 7.609 (Plan Municipal de Erradicación de Basurales Crónicos). La iniciativa fue aprobada por unanimidad.
Por último presentó un proyecto de Ordenanza derogando la Ordenanza 7.972 (Referente a desafectación de espacios verdes) la que fue girada a las comisiones de Transporte, Industria, Comercio y Asuntos Técnicos, de Legislación general y la Comisión de presupuesto y hacienda para su análisis.
Calle “Pelusa Belmonte”
El concejal presentó el proyecto de Ordenanza para designar con el nombre de Roberto “PELUSA”
En el texto dela iniciativa se expresa:
“Roberto “Pelusa” Belmonte “El entusiasta de la amistad y el deporte”
La vida es más sencilla cuando la compartimos con nuestros buenos amigos. A lo largo del camino esta nos regala la presencia de un ser irrepetible el que tuvimos la suerte de conocer, persona que con una simple charla siempre dejaba una frase alentadora y reconfortante que abría nuevos horizontes. Así era “Pelusa.”
Nació en la ciudad de Comodoro Rivadavia el día 17 de Agosto de 1951, pero siendo muy jovencito junto a su familia se vino a vivir a esta ciudad Capital, desde muy chico y el silencio fue testigo de su sacrificio. Trabajo muy duro en diferentes empresas como ser González López, Aerolíneas Argentinas, pero principalmente se dedicó a la mecánica su gran pasión, primeramente en el Taller mecánico de Rodolfo Tico, reconocido profesional de esta capital y luego de su deceso, Él se inició solo con su taller, actividad que desarrolló hasta que una penosa enfermedad acabó con su vida.
Y así fue vivir cada día con optimismo y la nostalgia que llega con el viento cuando rugen como un llamado de motores en algún domingo cualquiera allá a lo lejos en el Autódromo , “Pelusa” era Ferviente hincha de Chevrolet como de San Lorenzo club de sus amores, fanático no solo de Automovilismo de la cual tuvo activa participación, era un entusiasta del acelerador , primero como corredor de la categoría stock patagónico, categoría que amaba, sino también después acompañando al menor de sus hijos en la misma pasión, los fierros. Formó parte también de la Comisión del Automóvil Club Rio Gallegos, junto a varias personas, institución ésta de la cual fue un gran colaborador.
Otra de sus pasiones también fue el futbol, Acompaño a su hijo mayor el cual hasta el día de hoy sigue con este deporte, su hincha más fanático sin duda fue Pelusa. No había fin de semana en que no lo acompañara a las canchas de la ciudad durante los campeonatos que se desarrollaban en la Liga local, sino también en el interior de la Provincia en los campeonatos Regionales. Hasta el día de hoy la gran cantidad de personas que también acompañan este hermoso deporte, siguen recordándolo y extrañándolo con tanto cariño y afecto, su pasión quedaba demostrada en cada partido, por su ferviente y acalorada demostración de adhesión al equipo en que jugaba Eduardo. Quedaron grabadas en nuestras retinas el día de su despedida ver al equipo completo de Defensores del Carmen vestidos con su camiseta, acompañándolo hasta su última morada.
El valor de la familia, el amor de un padre conjugan caminos, llenos de recuerdos atesorados en el corazón… Casado con María Rosa Oyarzo Machado, nacida en esta capital. De esa unión nacieron sus tres hijos, Eduardo Martín, Carolina y Fernando Belmonte, los cuales desempeñan sus actividad laboral y siguen el legado de respeto y humildad, “Pelusa” estaba orgulloso de ellos, orgulloso de que fueran buenos hijos, honestos, trabajadores, sencillos, cualidades y valores que fueron inculcados desde el hogar junto a su esposa, valores que él por demás ostentaba. Y el más claro ejemplo de ello, fueron las tantas muestras de pesar y tristeza de tanta gente, ya sean amigos personales, familia toda, conocidos y vecinos, los cuales consternados nos manifestaron su pesar por su desaparición física. Cada palabra en la emoción es sincera y en la retina del tiempo nos parece verlo, afuera, en las tardecitas cuando volvía de sus tareas habituales, y salía a limpiar la vereda, charlar con nuestros vecinos de toda la vida, con los chicos del barrio, a los que quería muchísimo, charlar sobre distintas novedades del momento. Son recuerdos imborrables que muestran a las claras la clase de persona que fue nuestro querido Pelusa Belmonte, excelente hijo, buen esposo, buen padre, amigo de sus amigos, no dudaba en dar una mano a quién lo necesitara sin pedir nada a cambio y lo que más destacamos en su nobleza, cualidad difícil en encontrar hoy.
Y la vida es así como un misterio sin comprensión pero de una razón divina ,,.Su partida tan repentina e inesperada nos dejó vacíos, con el corazón destrozado, sus padres, su esposa, sus hijos, hermanas, sobrinas, cuñados, en fin, y a todas las personas que lo conocieron y que sin duda alguna confirmarían cada una de las cualidades que poseía Pelusa y que hemos mencionado, un ser maravilloso sin duda, que lamentablemente se fue demasiado temprano, tenía mucho para dar todavía, tenía planes para el futuro, para su vejez que quedaron sin duda truncadas por esa maldita enfermedad que no le dio ninguna oportunidad, ya era tarde. Y la más importante seria, la de “Abuelo”, estaría tan feliz con sus nietitas Juliana y Sarah, era lo que más deseaba, nos imaginamos mirándolas, disfrutándolas, jugando con ellas. No pudo ser, la realidad nos invade y desde una estrella no tan lejana, su luz contempla como un lucero de la tarde, una mirada para ellas diciendo aquí estoy todavía,
“Pelusa” nunca estuvo afiliado a ningún partido político en especial, tenía como buen ciudadano su participación y la creencia de los valores cívicos, con respeto y tolerancia ante la ley, cumpliendo como debe ser con todos los deberes democráticos y priorizo siempre la de buen vecino, preocupado en colaborar y mejorar su lugar y su barrio, en consecuencia tener una mejor calidad de vida de su familia y los demás.
Podríamos escribir muchas historias, muchísimas anécdotas de su vida,
Y las palabras finales como una semblanza que envuelve en un abrazo un beso y en la palabra la voz de la Familia. ”solo nos queda decir que tuvimos al mejor, al mejor padre, esposo, hijo, hermano, tío, y seguro el mejor abuelo del mundo, sus cualidades como persona son indiscutibles, no solo por nuestros dichos, sino por todos los amigos que dejó y que son innumerables. La fe en Dios nos da la fuerza para continuar, con la convicción de que algún día nos volveremos a encontrar.
De esta forma esta elección importante al dar el nombre de una calle de nuestra ciudad de Rio Gallegos, resulta impostergable al reconocimiento a Roberto “PELUSA” Belmonte, a este hombre, padre de familia constructor de amistades y ejemplo en la comunidad, que dejó una huella imborrable que quedaran guardados por siempre en nuestros corazones”.