En la mesa de Mirtha Legrand, el actor apuntó contra el gobierno por su desconexión con la realidad. Habló de los “dólares colchón” y la crisis que golpea a millones.
En un país donde la política se juega tanto en los sets como en los palacios, Ricardo Darín rompió la tibieza del prime time. Sentado en la emblemática mesa de Mirtha Legrand, el actor disparó con humor, ironía y crudeza contra las recientes declaraciones del presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, sobre los “dólares colchón”.
“Ahora que están sacando los dólares del colchón… el tema son los colchones. Muchos colchones están un poco apolillados”, dijo con tono socarrón. Pero no se quedó ahí.
El sarcasmo inicial dio paso a una reflexión más profunda, que desnudó una grieta entre el relato libertario y la calle:
“No entiendo nada. Me llama la atención eso de sacar los dólares del colchón. ¿De quién están hablando? Hay gente que la está pasando muy mal. No comprendo de qué están hablando”, remató, visiblemente molesto.
La crítica de Darín se dio mientras promocionaba su papel protagónico en la adaptación de “El Eternauta”, una serie cuya carga política y simbólica no pasa desapercibida, y que pone en escena la resistencia colectiva frente a una amenaza invisible. “Como el ajuste”, deslizó un productor detrás de cámara.
El “colchón” como símbolo de desconexión
La frase sobre los dólares guardados surgió a raíz del nuevo programa de blanqueo impulsado por Caputo, bajo el eslogan “Tus dólares, tu decisión”. La propuesta del gobierno de La Libertad Avanza intenta tentar a pequeños ahorristas a reintroducir divisas al circuito formal. Pero para Darín, la iniciativa revela una desconexión peligrosa con la realidad cotidiana.
“El problema no son los dólares escondidos. El problema es que mucha gente ni siquiera llega a cubrir lo básico, mucho menos a guardar ahorros”, deslizó más tarde en diálogo informal con la producción.
La intervención fue celebrada en redes sociales como una “bocanada de sensatez”, y no pocos lo leyeron como un eco del discurso reciente de Cristina Kirchner, quien también ironizó: “Un pastelito está dos lucas, hermano. ¿De qué ahorro están hablando?”.
Arte, política y ciudadanía
No es la primera vez que Darín utiliza su visibilidad para posicionarse. Pero esta vez el tono fue más directo. No desde el partidismo, sino desde la empatía con la sociedad rota. La mesa de Mirtha —históricamente funcional al conservadurismo— se convirtió por un momento en un espacio de interpelación popular.
Su intervención no fue solo una crítica a la política económica. Fue también un recordatorio de que la ficción puede ser más real que la narrativa oficial, y que la cultura, incluso desde el entretenimiento, sigue siendo un campo de disputa.
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