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Sáb, Abr

Interés General

La continuidad de las obras en las represas patagónicas se ve amenazada por la falta de fondos y la necesidad urgente de firmar la Adenda XII, que actualice los montos por inflación y reconozca gastos operativos extras durante la pandemia.

La noticia de la ola de despidos ya ha sido comunicada al sindicato de la construcción Uocra santacruceño, que se espera anuncie medidas de fuerza en breve. Esta situación también ha generado preocupación en la gobernación de Claudio Vidal, conocedor de primera mano de la importancia de las represas en su provincia.

Al momento de la parálisis inicial en noviembre pasado, el nivel de avance de la represa Jorge Cepernic es del 45%, mientras que la Néstor Kirchner va por el 20%. Ambas sumarán una potencia instalada de 1.310 MW, contribuyendo significativamente a la generación de hidroenergía en el país.

El crédito total chino para estas obras asciende a u$s 4.714 millones, con plazos de gracia y de pago establecidos. Sin embargo, la falta de fondos y la incertidumbre sobre la firma de la Adenda XII han cerrado las compuertas de dólares necesarios para continuar con los trabajos.

La UTE Represas Patagonia ha confirmado los despidos temporales de parte del personal vinculado al proyecto debido a esta situación. A través de un comunicado de prensa, exhortaron a las autoridades a resolver los procesos contractuales pendientes para poder recuperar los puestos de trabajo y retomar las actividades de manera integral.

En tanto, los nuevos directivos de Enarsa han expresado su interés en contar con generación limpia de energía, pero piden tiempo para analizar los términos del nuevo acuerdo. La incertidumbre persiste sobre las implicancias legales de la firma de la Adenda XII.

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