El Intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, acompañado por más de 20 intendentes provenientes de diversos puntos del país, buscan que el Ministro del Interior, Guillermo Franco, reactive las obras públicas que se encuentran paralizadas en la ciudad santacruceña.
Entre las obras detenidas se encuentran más de diez proyectos de vital importancia para la comunidad, entre ellas la construcción de la Nueva Terminal, el tendido de redes cloacales que beneficiarían a más de 40.000 personas, la edificación de aproximadamente 130 viviendas, y la pavimentación de calles esenciales para la movilidad urbana.
El motivo de esta peregrinación municipal radica en la necesidad imperiosa de retomar el impulso económico y social que estas obras representan para la ciudadanía. Según el Intendente Grasso, "los Municipios son los primeros en sentir el impacto cuando la Nación implementa ajustes a las provincias. Debemos asegurar servicios básicos a nuestros vecinos, y estas iniciativas buscan fortalecer nuestro rol en la discusión nacional sobre la distribución de recursos y la autonomía local".
Una de las preocupaciones principales del intendente es la posible caducidad de contratos de obra pública bajo la Ley Bases, lo que podría afectar proyectos cruciales como la finalización de viviendas del Programa Reconstruir, la construcción de nuevas unidades habitacionales bajo el Programa Casa Propia, y la continuación de la Terminal de ómnibus, entre otros.
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